Read the English version of Guardarrr #28: Thank goodness for leggings here.
En mi día a día no lo noto tanto pero en diciembre viajé lo suficiente para percibir muy claramente el espacio mental que libera tener el outfit de viaje claro desde hace mucho. Sin ninguna duda la noche anterior preparé mi montoncito negro con las bragas más cómodas, el sujetador deportivo, los calcetines largos, la camiseta interior, la camiseta de manga larga, los leggings y la chaqueta larga de punto.
No es un conjunto para el calor pero es perfecto para otras estaciones, Letonia en general y la calefacción arbitraria de los no-espacios - estaciones, aeropuertos, buses, trenes y aviones - ya que tiene capas para ajustarme yo a la temperatura. Y es body-friendly, nada de cinturones, cremalleras, botones, tirantes, apretones u otras restricciones de la civilización. Es todo negro y me siento como un ninja ya que nadie sospecha lo increíblemente cómoda que voy. Incluso creo que me calma psicológicamente por ser sencillo, relajado y, aún así, dar la tan escurridiza sensación de estar put together… de cierto modo, invencible. ¡Y la chaqueta larga tiene bolsillos! Es el summum, de verdad.
Y los leggings son la parte más polémica del conjunto pero a la vez la clave para conseguir aquella comodidad total.
Dependiendo de tu edad e interés por los leggings en los últimos 15 años (!), recordarás con más o menos agudez la pelea cultural anterior de la llegada definitiva del athleisure para todas las ocasiones y el momento cuando desapareció la exigencia de tener un top largo si ibas en leggings. Para mí el pico de la resistencia a los leggings como pantalones fue el manifiesto de tightsarenotpants.com, y aún más me alucina el hecho que alguien lo sigue manteniendo hoy.
Los de tratarlo como un asunto cerrado es mi percepción del zeitgeist ya que internet dice que el debate seguía vivo por lo menos hasta el comienzo de la pandemia (véase ejemplos del 2016, 2017, 2019 y más 2019). Desde entonces, ya sabemos, todo es pijama.
Aunque me parecen muy importantes las conversaciones culturales sobre la sexualización indebida del cuerpo femenino, ya que de esto va lo de leggings-no-son-pantalones, no vivo mi uso de ellos como una rebeldía antipatriarcal… o como un postureo lascivo para enseñar la forma de mi culo a todo transeúnte.
Para mí - y sospecho que para muchísima gente - llevar leggings no es un acto político, sino la búsqueda de la comodidad… que, sí, sigue siendo un acto político para las mujeres pero no de la misma manera. Y la imagen que lo representa es una viñeta que ví hace años en tumblr, parece que era de esta usuaria, y ahora he logrado a encontrarla en Pinterest. Mi búsqueda también me devolvió otra viñeta sobre el mismo tema aquí. Pero este es el original que tengo grabado en mi mente:
Porque así voy yo por el mundo en mis leggings, demasiado cómoda para prestar atención a lo que alguien puede pensar sobre mi cuerpo y su envoltorio.
Sólo una vez alguien me ha dicho algo sobre tal outfit y fue una experiencia tan rara y contraintuitiva que sigo sin entenderla. Fue en Dinamarca en 2015, en Louisiana viendo la exposición de Kusama. Dicho de otra manera, en un país progre y tolerante lleno de gente cortés e introvertida, y en un museo de arte moderno celebrando la exposición de una artista que cosas más raras ha hecho. Pero a lo largo de mi visita se me acercaron dos personas, no relacionadas entre sí, para preguntar si no se me había perdido la falda y si estaba al tanto cómo iba vestida. Iba así:
¿Tienen estos dos desconocidos la culpa en mi giro hacia leggings negros? Bastante, creo. ¿Sólo de ellos viene la lección que es más relajante y socialmente aceptable vestirme de ninja que de una fantasía de Kusama? No, obviamente.
Dicho esto, te deseo que el 2022 sea increíblemente cómodo y con un justo balance entre lo llamativo y el camuflaje. Sobre todo, que todas respetemos las elecciones sartoriales de otras personas y que sean respetadas las nuestras.
Taller de visión del armario perfecto con collage | 19 de enero 18:00 - 19:30 en Centre Cívic Trinitat Vella, Foradada 36, Barcelona.
Intercambio de ropa | 22 de enero 18:00 - 19:30 en Centre Cívic Trinitat Vella, Foradada 36, Barcelona.
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Instead of an apology for my irregular newsletter, these: A Feelings Post + Running Through 2021.
Take this as a special sign for you to play more, please: How Play-Doh Helped Save Me From My Despair in Grad School.
¡Y hasta aquí por ahora! Espero que hayas disfrutado leyendo el boletín de esta semana y me encantaría saber qué te ha parecido, sobre los leggings o cualquier otra cosa que Guardarrr te haya sugerido… ya sea aquí en los comentarios, en Facebook o Instagram, o por e-mail luize.ratniece [a] gmail .com
Guardarrr es un boletín bilingüe dedicado a la sostenibilidad y conciencia textil, escrito por Luīze Ratniece, socióloga y activista textil afincada en Barcelona. Guardarrr es tanto una herramienta de reflexión como un canal de crowdfunding para la app que Luīze está desarrollando. Si lees el boletín y te resulta interesante, considera, por favor, pasarte a la versión de pago para financiar este proyecto con la cantidad que equivale un café + bollo al mes. ¡Cada subscripción llena mi corazón con agradecimiento y ayuda a seguir, muchísimas gracias por estar aquí conmigo!