Read the English version of Guardarrr #20: There is no perfect purchase here.
Esta semana, envuelta en el calor del verano barcelonés y la Festa Major de Gràcia, estoy pensando en lo local y estoy pensando en la nueva correa de mi reloj.
Los hechos objetivos son simples: se me rompió la correa del reloj, fui a la relojería y ahí, por 16€, me pusieron una nueva. ¿Poca cosa para pensarla tanto? Pues vayamos por partes...
Mi reloj es una pequeña Justina (a, b) que C llevaba cuando era pequeño, muy pequeño, antes de la primera comunión. Yo lo ví en su casa de pueblo el año cuando nos conocimos - 2012 - y me lo apropié. Para aquel entonces tenía una correa de cuero marrón oscuro que tenía sus respectivos 15+ años y ya era un recambio y no el original. Mi apropiación incluyó un viaje al zapatero del pueblo para ponerle nuevos retenedores y así, de repente, después de unos diez años sin llevar un reloj, tenía uno. Aún recuerdo la gran sensación de control que me daba, sobre todo durante los vuelos, ya que por aquel entonces teníamos que apagar el móvil.
Mi archivo fotográfico sugiere que lo llevaba constantemente hasta 2015 y para nada luego. Justina era algo caprichosa y tenía retrasos, y yo tenía un trabajo de oficina rodeada de relojes. De ahí que hice un par de intentos de cambio de pila y, al ver que así no se arreglaban los retrasos, la dejé en el cajón con la idea de arreglarla y volver a llevarla. Así, curiosamente, Justina sale en las fotos de mi graduación del grado y del máster pero no estuvo en la defensa de mi tesis doctoral. Y todo este tiempo mi excusa era que no tenía un relojero de confianza.
Pero llegó el mágico momento de elegir una relojería por nada más que su escaparate y pasar por ahí… el noviembre de 2020. Por 22€ la pusieron a punto, el trato fue bueno, Justina estaba contenta, y ahora sí tenía mi relojera de referencia en el barrio.
De ahí que sabía dónde ir cuando a finales de julio se rompió la correa.
Hacía mucho que no había tenido la experiencia de una consumidora normal: necesitar una cosa, entrar en una tienda donde las venden y decir que me venda una… sin haber googleado las marcas sostenibles y sin haber pensado como de ética quería esta compra. ¡Pues resulta que se puede hacer esto, simplemente elegir por tamaño y color para que quede bonito!
Su bisel era rojo en su momento pero el tiempo lo ha hecho rosa y fue acercarle la correa rosa para que Justina se iluminara y las dos con la relojera nos quedaramos encantadas con esta combinación. Y en aquel momento se cerró la transacción.
Sólo yendo a casa recordé que yo tengo aspiraciones veganas, que le había preguntado si era cuero pero no de qué animal, que no tenía ni idea de dónde venía aquel cuero, que ni he mirado las opciones éticas, que probablemente podría haber encontrado una correa de segunda mano...
Y las características objetivas de esta correa son bastante horribles: es nueva, probablemente hecha en condiciones lamentables, el cuero es genuine leather, probablemente vacuno pero con un estampado de cocodrilo...
Pero yo decidí respirar hondo y no hacer nada más sino disfrutar de mi reloj rejuvenecido.
Porque una pequeña tira de cuero tampoco va a cambiar el mundo. Porque no me salió hacerlo diferente en el momento y ya está. Porque he cumplido por lo menos con algunas de mis aspiraciones: la de reutilizar, la de reparar y la de apoyar el comercio local.
Y aquí me tenéis aún intentando convencerme de dejarlo ir.
La preparación para la Festa Major me ha llevado hacia las artes textiles, aún marginalizadas y feminizadas, por eso os presento a Joe the Quilter Cunningham.
Si a tí también te ha herido el último informe del IPCC, lee a Mariana: Un planeta herido.
As I'm talking about leather today, Want to Buy Leather? Want to Avoid Leather? Here’s What to Look Out For + Gucci has a new vegan leather shoe collection – let’s unpack that.
No surprises here: Amazon labels millions of unsold products for destruction, new investigation finds + Amazon plans to cut waste following backlash over the destruction of unused products.
Should you dress for yourself, or for others? “As with many style spectrums we cover, the best option is somewhere in the middle, with nuance that depends on both culture and personality. Yet that doesn’t stop people on social media from shouting things like ‘Dress for yourself!’ or more ridiculously, ‘A gentleman dresses for himself!’ It’s not true and it’s not helpful.”
I usually don't use numbers to describe the problems of the textile industry, as most of them are approximations with large error margins. However, this one, despite being oldish data, somehow struck me: “The number of garments produced annually has doubled since 2000 and exceeded 100 billion for the first time in 2014: nearly 14 items of clothing for every person on earth”. The most horrifying about it is the fact that we have come to a point where acquiring 14 new garments in a year seems even quite modest…
¡Y hasta aquí por ahora! Espero que hayas disfrutado leyendo el boletín de esta semana y me encantaría saber qué te ha parecido, ya sea sobre tus compras recientes o cualquier otra cosa que Guardarrr te haya sugerido… ya sea aquí en los comentarios, en Facebook o Instagram, o por e-mail luize.ratniece [a] gmail .com
Guardarrr es un boletín semanal bilingüe dedicado a la sostenibilidad y conciencia textil, escrito por Luīze Ratniece, socióloga y activista textil afincada en Barcelona. Guardarrr es tanto una herramienta de reflexión como un canal de crowdfunding para la app que Luīze está desarrollando. Si lees el boletín y te resulta interesante, considera, por favor, pasarte a la versión de pago para financiar este proyecto con la cantidad que equivale un café + bollo al mes. ¡Cada subscripción llena mi corazón con agradecimiento y ayuda a seguir, muchísimas gracias por estar aquí conmigo!